Enviado Por: Esther Cons San Martin La creencia general anterior era que Zedillo no servía.
Actualmente se dice que Fox no sirvió y que Calderón tampoco servirá para nada.
Por eso estoy empezando a sospechar que el problema no está en lo ladrón que haya sido Salinas, en la ineptitud de Zedillo o en lo hablador que fue Fox.
El problema está en nosotros. Nosotros como pueblo.
Nosotros como materia prima de un país.
Porque pertenezco a un país donde la viveza es la moneda que siempre es valorada tanto o más que el dólar.
Un país en dónde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo basada en valores y respeto a los demás.
Pertenezco a un país en donde, lamentablemente, los periódicos jamás se podrán vender como se venden en otros países, es decir, poniendo unas cajitas en las aceras donde uno paga por un solo ejemplar, Y SACA UN SOLO PERIÓDICO DEJANDO LOS DEMÁS EN DONDE ESTÁN.
Pertenezco al país en donde las empresas privadas y secretarías de estado, son papelerías particulares de sus empleados deshonestos, que se llevan para su casa, como si tal cosa, hojas de papel, bolígrafos, carpetas, marcadores y todo lo que falta sea para la tarea de sus hijos.
Un país en dónde la gente inventa a la hora de llenar sus declaraciones de Hacienda, para no pagar o pagar menos impuestos.
Pertenezco a un país en dónde la gente se siente triunfal si consigue robarse la señal de Cablevisión del vecino, o si se piratean el Sky.
Pertenezco a un país en donde la impuntualidad es un hábito.
En donde los directivos de las empresas no generan ningún capital humano.
En donde no hay interés por la ecología, en donde las personas tiran la basura en las calles y luego le reclama al gobierno por no dar mantenimiento al drenaje.
Un país en dónde no existe la cultura por la lectura y no hay conciencia ni memoria política, histórica ni económica.
Pertenezco a un país en donde la impuntualidad es un hábito.
En donde los directivos de las empresas no generan ningún capital humano.
En donde no hay interés por la ecología, en donde las personas tiran la basura en las calles y luego le reclama al gobierno por no dar mantenimiento al drenaje.
Un país en dónde no existe la cultura por la lectura y no hay conciencia ni memoria política, histórica ni económica.
Donde nuestros diputados y senadores trabajan pocos días al año (y cobran todos los demás como si fueran altos ejecutivos), para aprobar una reforma (miscelánea) fiscal al vapor que lo único que hace es hundir al que no tiene, fregar al que tiene poco y beneficiar sólo a unos cuantos.
Pertenezco a un país en dónde las licencias de conducir y los certificados médicos se pueden comprar sin hacer ningún examen.
Un país en dónde puede subir una persona de edad avanzada, o una mujer con el niño en brazos o algún minusválido a algún autobús y la persona que viene sentada en el asiento especial para estas personas se hace la dormida para no dárselo y si alguien le reclama se levantará, pero para dar un golpe o decirle una mala palabra.
Un país en el cual el derecho de paso es para el automóvil y no para el peatón.
Un país en dónde su gente esta llena de faltas, pero que disfruta criticando a sus gobernantes.
Mientras más le digo ratero a Salinas, mejor soy yo como persona, a pesar de que apenas ayer compré discos y ropa piratas y me consiguieron todas las preguntas del examen de matemáticas de mañana.
Mientras más le digo falso a Fox, mejor soy yo como mexicano o mexicana, a pesar de que apenas esta mañana me fregué a mi cliente a través de un fraude que me ayudó a pagar algunas deudas.
No. No. No..¡ Ya basta !
Como materia prima de un país, tenemos muchas cosas buenas pero nos falta mucho para ser los hombres y mujeres que nuestro país necesita.
Esos defectos, esa sagacidad congénita, esa deshonestidad a pequeña escala que después crece y evoluciona hasta convertirse en casos de escándalo, esa falta de calidad humana, más que Salinas o que Fox o que Calderón, es lo que nos tiene real y francamente mal.
Lo siento. Porque, aunque Fox hubiera renunciado, Calderón o el que lo sucediera tendría que seguir trabajando con la misma materia prima defectuosa que, como pueblo, hemos sido nosotros mismos.
Y no podrá hacer nada, No tengo ninguna garantía de que alguien lo pueda hacer mejor, por que en lugar de tomar nuestro destinos en nuestras manos, jodonamente estamos siempre esperando que alguien nos señale un camino destinado a erradicar primero los vicios que tenemos como pueblo, por eso nadie servirá. Ni sirvió Salinas, ni sirvió Zedillo, ni sirvió Fox, ni servirá Felipe Calderon.
¿O qué?, ¿Necesitamos traer a un dictador, para que nos haga cumplir la ley con la fuerza y por medio del terror?
Aquí hace falta otra cosa. Algo más inteligente que cacerolazos o paros o bloqueos o machetes.
Y mientras esa otra cosa no empiece a surgir desde abajo hacia arriba, o desde arriba hacia abajo, o del centro para los lados, o como quieran, seguiremos igualmente condenados, igualmente estancados...¡igualmente fregados!
Es muy sabroso ser mexicano y vivir a la mexicana, pero cuando esa mexicanidad autóctona empieza a hacerle daño a nuestras posibilidades de desarrollo como Nación, ahí la cosa cambia...
No esperemos encenderle una velita a Todos los Santos, a ver si nos mandan a un Mesías. Nosotros somos los que tenemos que cambiar, ya que un nuevo presidente con los mismos mexicanos no podrá hacer nada.
Está muy claro... ¿qué no?...Somos nosotros los que tenemos que cambiar Yo creo que esto coincide muy bien en todo lo que nos pasa.
Siempre le vamos al débil o al desvalido por lastima, por que nos sentimos igual de pequeños.
Fiesta nacional por un segundo lugar (medalla de plata).
Héroes nacionales a quienes ganan algo, lo que sea, porque nos urge vernos reflejados en alguien ganador (porque nosotros no nos creemos ganadores).
Tenemos que reflejarnos en los triunfos de otros porque los nuestros son muy escasos.
También sus derrotas las hacemos nuestras.
Admiramos la mediocridad mediante programas de televisión nefastos y francamente tolerantes con el fracaso (telenovelas, big brothers, bailando por cualquier sueño ó cualquier tarugada).
Es la industria de la disculpa y la estupidez.
No nos damos cuenta que en lugar de buscar nuevos mercados y apoyar el interno, estamos esperando inmóviles a que China nos arrase y en menos de 25 años, no haya empleos para nuestros hijos; pero somos un pueblo de malas copias, QUE NO CREAMOS NADA ORIGINAL, NI DE VALOR AGREGADO.
Vendemos petróleo crudo e importamos gasolina cara (huy que inteligentes somos, pero “viva la soberanía” “pobres pero eso si muy soberanos”)
Ahora, después de este mensaje, francamente he decidido buscar al responsable, no para castigarlo, sino para exigirle (sí, exigirle) que mejore su comportamiento y que no se haga que la virgen le habla.
Sí, he decidido buscar al responsable.
ESTOY SEGURO QUE LO ENCONTRARÉ, CUANDO ME VEA EN EL ESPEJO. ¡¡AHI ESTARÁ!!
¡NO NECESITO BUSCARLO EN OTRO LADO!
Y tú... ¿qué piensas?...
¡REFLEXIONA!
Necesitamos hacer conciencia...
Necesitamos empezar por nosotros…..
Ya nos está llevando el carajo y si seguimos así, nos va a llevar la mamá del carajo... ¿O NO?...
¿qué opinas?
Actualmente se dice que Fox no sirvió y que Calderón tampoco servirá para nada.
Por eso estoy empezando a sospechar que el problema no está en lo ladrón que haya sido Salinas, en la ineptitud de Zedillo o en lo hablador que fue Fox.
El problema está en nosotros. Nosotros como pueblo.
Nosotros como materia prima de un país.
Porque pertenezco a un país donde la viveza es la moneda que siempre es valorada tanto o más que el dólar.
Un país en dónde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo basada en valores y respeto a los demás.
Pertenezco a un país en donde, lamentablemente, los periódicos jamás se podrán vender como se venden en otros países, es decir, poniendo unas cajitas en las aceras donde uno paga por un solo ejemplar, Y SACA UN SOLO PERIÓDICO DEJANDO LOS DEMÁS EN DONDE ESTÁN.
Pertenezco al país en donde las empresas privadas y secretarías de estado, son papelerías particulares de sus empleados deshonestos, que se llevan para su casa, como si tal cosa, hojas de papel, bolígrafos, carpetas, marcadores y todo lo que falta sea para la tarea de sus hijos.
Un país en dónde la gente inventa a la hora de llenar sus declaraciones de Hacienda, para no pagar o pagar menos impuestos.
Pertenezco a un país en dónde la gente se siente triunfal si consigue robarse la señal de Cablevisión del vecino, o si se piratean el Sky.
Pertenezco a un país en donde la impuntualidad es un hábito.
En donde los directivos de las empresas no generan ningún capital humano.
En donde no hay interés por la ecología, en donde las personas tiran la basura en las calles y luego le reclama al gobierno por no dar mantenimiento al drenaje.
Un país en dónde no existe la cultura por la lectura y no hay conciencia ni memoria política, histórica ni económica.
Pertenezco a un país en donde la impuntualidad es un hábito.
En donde los directivos de las empresas no generan ningún capital humano.
En donde no hay interés por la ecología, en donde las personas tiran la basura en las calles y luego le reclama al gobierno por no dar mantenimiento al drenaje.
Un país en dónde no existe la cultura por la lectura y no hay conciencia ni memoria política, histórica ni económica.
Donde nuestros diputados y senadores trabajan pocos días al año (y cobran todos los demás como si fueran altos ejecutivos), para aprobar una reforma (miscelánea) fiscal al vapor que lo único que hace es hundir al que no tiene, fregar al que tiene poco y beneficiar sólo a unos cuantos.
Pertenezco a un país en dónde las licencias de conducir y los certificados médicos se pueden comprar sin hacer ningún examen.
Un país en dónde puede subir una persona de edad avanzada, o una mujer con el niño en brazos o algún minusválido a algún autobús y la persona que viene sentada en el asiento especial para estas personas se hace la dormida para no dárselo y si alguien le reclama se levantará, pero para dar un golpe o decirle una mala palabra.
Un país en el cual el derecho de paso es para el automóvil y no para el peatón.
Un país en dónde su gente esta llena de faltas, pero que disfruta criticando a sus gobernantes.
Mientras más le digo ratero a Salinas, mejor soy yo como persona, a pesar de que apenas ayer compré discos y ropa piratas y me consiguieron todas las preguntas del examen de matemáticas de mañana.
Mientras más le digo falso a Fox, mejor soy yo como mexicano o mexicana, a pesar de que apenas esta mañana me fregué a mi cliente a través de un fraude que me ayudó a pagar algunas deudas.
No. No. No..¡ Ya basta !
Como materia prima de un país, tenemos muchas cosas buenas pero nos falta mucho para ser los hombres y mujeres que nuestro país necesita.
Esos defectos, esa sagacidad congénita, esa deshonestidad a pequeña escala que después crece y evoluciona hasta convertirse en casos de escándalo, esa falta de calidad humana, más que Salinas o que Fox o que Calderón, es lo que nos tiene real y francamente mal.
Lo siento. Porque, aunque Fox hubiera renunciado, Calderón o el que lo sucediera tendría que seguir trabajando con la misma materia prima defectuosa que, como pueblo, hemos sido nosotros mismos.
Y no podrá hacer nada, No tengo ninguna garantía de que alguien lo pueda hacer mejor, por que en lugar de tomar nuestro destinos en nuestras manos, jodonamente estamos siempre esperando que alguien nos señale un camino destinado a erradicar primero los vicios que tenemos como pueblo, por eso nadie servirá. Ni sirvió Salinas, ni sirvió Zedillo, ni sirvió Fox, ni servirá Felipe Calderon.
¿O qué?, ¿Necesitamos traer a un dictador, para que nos haga cumplir la ley con la fuerza y por medio del terror?
Aquí hace falta otra cosa. Algo más inteligente que cacerolazos o paros o bloqueos o machetes.
Y mientras esa otra cosa no empiece a surgir desde abajo hacia arriba, o desde arriba hacia abajo, o del centro para los lados, o como quieran, seguiremos igualmente condenados, igualmente estancados...¡igualmente fregados!
Es muy sabroso ser mexicano y vivir a la mexicana, pero cuando esa mexicanidad autóctona empieza a hacerle daño a nuestras posibilidades de desarrollo como Nación, ahí la cosa cambia...
No esperemos encenderle una velita a Todos los Santos, a ver si nos mandan a un Mesías. Nosotros somos los que tenemos que cambiar, ya que un nuevo presidente con los mismos mexicanos no podrá hacer nada.
Está muy claro... ¿qué no?...Somos nosotros los que tenemos que cambiar Yo creo que esto coincide muy bien en todo lo que nos pasa.
Siempre le vamos al débil o al desvalido por lastima, por que nos sentimos igual de pequeños.
Fiesta nacional por un segundo lugar (medalla de plata).
Héroes nacionales a quienes ganan algo, lo que sea, porque nos urge vernos reflejados en alguien ganador (porque nosotros no nos creemos ganadores).
Tenemos que reflejarnos en los triunfos de otros porque los nuestros son muy escasos.
También sus derrotas las hacemos nuestras.
Admiramos la mediocridad mediante programas de televisión nefastos y francamente tolerantes con el fracaso (telenovelas, big brothers, bailando por cualquier sueño ó cualquier tarugada).
Es la industria de la disculpa y la estupidez.
No nos damos cuenta que en lugar de buscar nuevos mercados y apoyar el interno, estamos esperando inmóviles a que China nos arrase y en menos de 25 años, no haya empleos para nuestros hijos; pero somos un pueblo de malas copias, QUE NO CREAMOS NADA ORIGINAL, NI DE VALOR AGREGADO.
Vendemos petróleo crudo e importamos gasolina cara (huy que inteligentes somos, pero “viva la soberanía” “pobres pero eso si muy soberanos”)
Ahora, después de este mensaje, francamente he decidido buscar al responsable, no para castigarlo, sino para exigirle (sí, exigirle) que mejore su comportamiento y que no se haga que la virgen le habla.
Sí, he decidido buscar al responsable.
ESTOY SEGURO QUE LO ENCONTRARÉ, CUANDO ME VEA EN EL ESPEJO. ¡¡AHI ESTARÁ!!
¡NO NECESITO BUSCARLO EN OTRO LADO!
Y tú... ¿qué piensas?...
¡REFLEXIONA!
Necesitamos hacer conciencia...
Necesitamos empezar por nosotros…..
Ya nos está llevando el carajo y si seguimos así, nos va a llevar la mamá del carajo... ¿O NO?...
¿qué opinas?